Por: Mercedes Mena P.
En tiempos de cuarentena sabemos que la situación está siendo adversa para muchas personas. Si bien existen opciones de Teletrabajo, no todos viven la misma realidad laboral dado que su principal fuente de ingresos son locales comerciales y estos se encuentran cerrados hace varias semanas. Algunos se las han ingeniado para sacar adelante a sus familias y han aparecido nuevas ideas de ingresos. En mi caso personal, aparte de estar encerrada en casa en modo Home Office, me ha hecho reflexionar varios puntos sobre la vida y he querido compartírselas.
Hace unos meses tomé una decisión muy abrupta que marcó un antes y después en mi vida: un cambio de ciudad. Me mudé de Santiago (la "cuna de la oferta laboral" y la "gran Metrópolis"), a un pueblo que vive netamente del turismo llamado Pucón, en el sur de nuestro país.
Desde un principio fui consciente de la decisión y consideré que no iba a contar con soluciones instantáneas, dado que una ciudad como Santiago ofrece de todo y está al alcance diferentes trabajos, panoramas, status, accesibilidad y conectividad. Sin embargo la pregunta era y sigue siendo: ¿y la calidad de vida?
Nací, crecí, estudié, trabajé en la capital de Chile y toda mi familia y amigos se encuentran ahí. Sin embargo sentía un cuestionamiento interno de saber qué quería realmente. Cuáles eran mis aspiraciones, sueños y mi propósito en la vida. Debo ser honesta: todavía estoy en búsqueda de aquello. Sin embargo, el camino que estoy construyendo me ha manifestado que voy por el camino que he querido desde hace mucho tiempo. Una guía de tranquilidad, acompañado por la naturaleza y sus atractivos paisajes, que me han llevado a la instrospección de afirmaciones positivas y determinar que eres dueña de tus sueños.
Santiago significa mucho para algunas personas. Para mí, es la "formadora" de herramientas y experiencias que me han llevado a ser quién soy ahora y a lo que quiero armar en este lugar. Tiene sus costos, como todo obviamente pero me ha ayudado a mejorar día a día y a tener otra visión de prioridades.
Actualmente puedo decir firmemente: Santiago es mi ciudad, Pucón mi hogar.
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